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Abr

Costes energéticos y escasez de materiales

El sector de la construcción ha sido un claro ejemplo de todas las consecuencias que se han generado durante los últimos meses. La falta de suministros, el disparado aumento en los costes de producción y actualmente, la guerra en Ucrania, agravando aún más esta situación. La falta de materiales o materias primas como el acero, el hormigón o la madera podría paralizar completamente al sector.

Según el presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), «la situación con los costes de la energía y la falta de suministro de materiales básicos se agrava cada día y está llevando al límite a las constructoras».

Presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), Pedro Fernández-Alén

La guerra en Ucrania ha tensionado la crisis de suministro y la subida de precios en los materiales. Añadido a esto, cada vez hay más dificultad para encontrar básicos de la construcción como la madera, el hormigón y el acero.

EL Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado el dato de inflación de febrero donde se muestra que el precio de la electricidad ha aumentado un 80,5%, la gasolina un 25% y el diésel un 28,4%.

Costes energéticos

¿Por qué sube el precio de la electricidad?

La escasez de suministro de gas y la subida de los precios de la energía se deben a varios factores determinantes como el COVID-19, el precio del petróleo y el precio del gas natural.

Con las restricciones que surgieron en el 2020 debido a la pandemia por Covid-19, muchos establecimientos que no cumplían con los requisitos de primera necesidad, tuvieron que cerrar sus puertas.

En consecuencia, el consumo de energía se redujo considerablemente, creando un exceso de la oferta y por ende, una reducción de los precios de la energía. Los proveedores de combustible decidieron ralentizar la producción hasta que el confinamiento terminase.

Posteriormente, en el 2021, la economía comenzó a recuperarse a un ritmo imprevisible para los proveedores que no estaban preparados para abastecer tal demanda. Dando paso a una escasez de la oferta de gas y por tanto, su suministro, provocando una subida de los precios a nivel mundial que hasta hoy vemos repercutida en nuestras facturas. Y en el caso de las empresas, les ha llevado a realizar paros en los procesos productivos que, a su criterio, les sale más rentable.